Si Cambó levantara la cabeza

De niño, cuando nuestra conciencia social no iba mas allá de unas horas al mes ayudando en el Cottolengo del padre Alegre y nuestra manera de entender la igualdad se limitaba a compartir el mismo uniforme de colegio, jugaba en los jardines colgantes del formidable ático barcelonés de los Guardans Cambo, familia en la que como en cualquier otra también hay ovejas negras.
Que lejos quedan aquellos días de infantil inocencia, cuando podías hablar en español sin ser un traidor, leer “Hazañas bélicas” sin ser un militarista y ser feliz sin una Play Station.

Las declaraciones de Ignasi Guardans i Cambo, nieto del patricio barcelonés que fue fundador de la “Lliga catalana”, me refiero al partido político claro, denunciando “la inquisición nacionalista” publicadas hace unos días en la prensa barcelonesa, nos pueden sorprender pero no indignar. Algunos creen que el mundo se mueve mas por ideales que por la testosterona y el poder del comercio; dicen que su abuelo no concebía una Cataluña fuera de España, y es cierto, pero no lo es menos que la aspiración a España desde el catalanismo político, se refería mas a sus mercados, industria y comercio, que a la defensa de supuestas identidades nacionales.

Esta claro que el casi ex-diputado no ha heredado la elegancia de su familia ni la de su abuelo, que según los cronistas de la época trascendía de su estética burguesa.
A la triste utilización que hizo de la humana escapada de Esperanza Aguirre del “Holliday Inn”, para que todo el mundo se enterara de su heroica actitud durante los momentos que siguieron al ataque de unos descerebrados islamistas en Bombay, y todo para tener un cacho de prensa, se añadio hace unas semanas su infantil pataleta al no serle renovada la confianza de los que mandan en su partido para seguir ocupando un escaño en el parlamento europeo, y un interesante sillón en su comisión de comercio.

Su entrada en CiU, como la de su hermano Pau en el PP, mas que en un despertar a la política me hicieron pensar en el Barón de Rothschild enviando una parte de su familia a luchar con los ingleses y a otra con los franceses, los austriacos o los alemanes, asegurando así la celebración de un triunfo, y lo mas importante que los victoriosos beneficios de la influencia entraran en las arcas familiares, ganara quien ganara.

En su Blog, y bajo el titulo “La inquisición Catalana” denuncia:
“Los nacionalistas catalanes han decidido que todo lo que no sea una adhesión personal e incondicional a su modelo de país es, de hecho, una traición a la patria”. E “inquebrantable”, añado yo como se decía en época de la otra dictadura, la de Franco.
En las mismas declaraciones, también afirma:
“Para algunos, no solo eres un traidor o un mal catalán, es que en realidad ya no eres ni catalán”.
Para a continuación seguir advirtiendo:
“Hay veces en que uno llega a entender muy bien cómo es posible que este país nuestro, hace poco más de 70 años, fue capaz de llegar a una guerra civil dentro de la otra guerra civil que tenía todo el Estado.”
Y todo esto lo dice un nieto de Don Francesc; que dicho sea de paso tuvo que huir de su “patria”, ante el acoso al que le sometieron aquellos a los que inconscientemente dio alas.

Especial emoción me produce su repentina defensa de la libertad y pluralidad de los medios de comunicación, cuando a continuación también denuncia la manipulación e instrumentalización de los medios de comunicación que hace dos días voceaban sus gestas:
“Es triste, todo esto. Como es muy triste ver un diario como el Avui -en aquello que afecta a la política- convertido en altavoz de una especie de versión catalana del patriotismo español de La Razón”.
Hay que recordar que hace unos meses, cuando aun era un catalán de verdad, nacionalista y soberanista, enviaba emilios “colectivos” a modo de spam, pidiendo el cierre de la COPE.

Pero en fin, no todos los despropósitos tienen la misma magnitud. Recuerdo con simpatía el zipizape que monto en el control de seguridad del “El Prat” al negarse a descalzarse, invocando sus derechos como ciudadano, y lo que es más popular, incitando al resto de sorprendidos pasajeros a la rebelión.
Entonces fue un agente el que le dijo: "Ahora vas a ser tú el que se quite los zapatos, listo", y yo le digo con cariño, ahora también es el quien esta tomando la medicina que durante los últimos años ha estado distribuyendo, el que se sufre la persecución del monstruo que ha ayudado a crear.

Tras haber sido expulsado del reino de los nuevos catalanes “pata negra”, de esa nueva sociedad civil copada por arriesgados funcionarios, le queda la posibilidad de seguir practicando la doctrina que tan buen resultado le dio a su abuelo: “La conveniencia practica”, llamando a la puerta de Rosa Diez, donde se encontrará con viejos compañeros de partido y otros profesionales de la política algunos de los cuales fueron antaño colaboradores necesarios del poderío nacionalista que hoy critican.

Lastima que estas confesiones las haga desde la frustración, ha de ser duro que, como antes decía, te apliquen la medicina que otros ciudadanos catalanes llevamos años tragando.
Y es que a la vieja sociedad civil catalana, por acción u omisión, el catalanismo político que inspiro su abuelo y que ya se le fue de las manos entonces, como su mismísimo nieto reconoce, hace tiempo que vuelve a estar fuera de control.