Una política estadounidense dijo: “La prueba para saber si puedes hacer un trabajo o no, no debería depender de la organización de tus cromosomas”Es potestad del Presidente del gobierno nombrar a sus ministros, y su deber seguir criterios de excelencia a la hora de escogerlos, sin embargo, el énfasis que durante su presentación, puso ZP sobre la cuota femenina y el record de juventud de Bibiana Aído, no se corresponde con el mensaje de gobierno de calidad con el que cerro su intervención.
La especial incidencia que hizo en el 9 a 8, junto con los nombramientos de la joven exdirectora general de promoción del flamenco como ministra de la igualdad y de Carmen Chacón al frente de Defensa, ponen de relieve una vez más, su dominio de la propaganda.
Los efectos de su actuación ya se están empezando a notar, periódicos, revistas y noticiarios están mayoritariamente volcados en este espectáculo soberbiamente organizado por ZP. En la calle, apenas se habla de la eficacia, idoneidad o excelencia de los ministros, sino de su sexo y procedencia, hasta Berlusconi, maestro del populismo, se ha apuntado al chollo de las audiencias. Y lo que no podía fallar, la crítica es considerada como un ataque a la igualdad y rápidamente tildada de machista y fascista.
Francamente me importa poco el sexo y menos todavía la vida sexual de los ministros, y sobre este extremo me congratulo que no haya ido más allá en su frívola exposición.
Sin embargo, he de confesar que si bien la idea de feminizar España me atrae, coincido con muchas mujeres que denuncian la discriminación positiva y la ley de cuotas como sexistas. La noticia que los que creemos realmente en la igualdad hubiéramos deseado, es que el sexo y la edad de los ministros no hubiera sido noticia, pero Zapatero, fiel a sus no principios, esta mas por la forma que por el fondo, por proclamar las diferencias que por la igualdad.
Nito
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