I Sobre la crisis y la codicia

La situación financiera internacional tiene mucho que ver con la codicia humana.

La consecución de la felicidad a través del consumo, la popularización de la doctrina del tanto tienes tanto vales, la de las apariencias, son principios que han impregnado el sentido de la vida, haciéndola girar mas de la cuenta alrededor del placer inmediato. Incluso el llamado sueño americano, necesita de una profunda revisión, pues desde que se empezó a alejar del esfuerzo y de la constancia, hace aguas por todos lados.

El codicioso sector financiero se ha aprovechado retroalimentando esta realidad. Desde la aparición en los mercados de los “hedge funds”, los fondos estructurados, los fondos de fondos y los productos derivados, “lo virtual” ha cobrado, aquí y en USA pasando por Shangai, un peso desproporcionado en el mundo financiero.
Entre otros, el problema está en que este tipo de instrumentos de ingeniería financiera, han sido utilizados por los mas codiciosos para esconder bajo atractivos nombres comerciales, la precariedad de algunos productos entre los que destacan “los crediticios”, especialmente intoxicados por una mas que dudosa solvencia en su origen; cabe añadir, que a esta situación de incertidumbre e inseguridad, también han contribuido las empresas de clasificación, dando estrellas de seguridad a una firmas que a la vista de lo sucedido es evidente que no merecían el alo de prestigio con el que las vestían.
Finalmente, y tal vez lo mas importante, es que ha quedado demostrada la ineficacia sino la ausencia, de auténticos órganos que, a nivel internacional, velen por la seguridad y la protección de los humanos en materia económico-financiera, estableciendo normas y creando los mecanismos de control necesarios para que los agentes financieros y sus productos, ofrezcan al consumidor unos mínimos estándares de seguridad y transparencia. Al igual que la OMS vela por nuestra protección en materia de salud y seguridad alimentaria, estableciendo normas y siguiendo su aplicación, previniendo pandemias y enfermedades, y también controlando a las multinacionales farmacéuticas y a sus productos; este órgano financiero internacional, con sus correspondientes agencias, son a la vista de lo sucedido, una solución que cada día mas expertos consideran necesaria.

El resurgimiento del capitalismo de estado pregonado desde hace meses por Gordon Brown y unos sesudos universitarios que habitan en las facultades del sentido común, se me antoja como un paso previo a la necesaria transformación de los organismos financieros internacionales, como el FMI y el Banco Mundial, en auténticos órganos supranacionales que asuman un papel de control sobre la imparable globalización financiera, todo ello enfocado a ejercer una cierta tutela sobre la ciudadanía del mundo. No quiero tampoco dejar de mencionar a los codiciosos organismos internacionales, como el G-6, el G-8, el grupo de Davos o la influyente Trilateral, que sin tener una autentica personalidad jurídica y por tanto ninguna responsabilidad internacional legalmente exigible, inciden en nuestra realidad a modo de lobby, sin que ninguna ley anti trust les afecte, parasitando por encima de los estados y sus ciudadanos en busca de alguien a quien sangrar.

Ya para acabar, no puedo dejar de mencionar lo que nuestro gobierno esta haciendo. Cada vez mas apartado de la realidad internacional, como ha quedado demostrado en el vaudeville de las plañideras rogando nuestra inclusión en la reunión de un G-8 “ampliado” y un Zapatero que sigue pretendiendo hacernos creer que es líder del mundo mundial, me referiré a algunas de las medidas que ha tomado a nivel local. Después de repetirnos hasta la saciedad que el sistema bancario español es de los mas seguros, que lo es, y “solo por si acaso”, ha elevado la garantía de nuestros depósitos hasta los 100.000 €, bienvenida sea la decisión.

También ha conseguido que el panel que informa sobre los resultados de las votaciones en el Congreso de los diputados se poblara de lucecitas verdes, en señal de aprobación de la inyección en nuestro sistema bancario de hasta 30.000 millones en billetes. Esta verde visión solo fue alterada por las manchitas rojas de los pseudo ecologistas de IU y de un desconcertante BNG, que al contrario del PNV, parece que no consiguió las contrapartidas suficientes. Habrá que esperar a ver en que sentido votan los Presupuestos Generales del estado para el 2009, para constatar si finalmente han conseguido su parte del pastel. Y es que siempre hay alguien mas codicioso que tu.

Estas medidas servirán para combatir algún que otro brote de pánico y de paso contrarrestar la inseguridad que su actuación ha venido transmitiendo a la población desde su llegada al poder; también nos dicen que incluyen los mecanismos necesarios para controlar lo que hará el Estado con estos recursos, y todo ello en nombre de la responsabilidad y la búsqueda del bienestar de los ciudadanos, para quienes la crisis no es algo virtual, sino algo muy real que constatamos al leer nuestras facturas o al oír al empleado de turno pedir con socarronería que nos pongamos en contacto con nuestra entidad de crédito.

Nuestra micro-realidad es que el trío bla, bla, bla: Zapatero, Solves, Sebastiá, solo están haciendo, lo que “les han recomendado” los del punto “G”: Salvar el crédito por la vía de salvar a las entidades de crédito. Y por suerte y por desgracia, esas recomendaciones si bien por un lado han evitado que nuestro iluminado presidente de rienda suelta a las extravagantes dotes de improvisación que le conocemos; por otro, por ejemplo, ha olvidado copiar a Merkel, quien ha impuesto una limitación a los inmorales sueldos que percibían los ejecutivos de las entidades de crédito ahora beneficiadas.

Y lo mas importante: Ni una palabra y mucho menos un euro para ayudar a los autónomos, las pequeñas empresas y las economías familiares que, una vez mas, serán los paganos de la crisis.

Nito

1 comentario:

Anónimo dijo...

felicidades por el blog