Algo huele mal en el cielo. Vivir para ver.

“La realidad será la totalidad de los hechos posibles, los que se dan y los que no se dan. Todos conforman la realidad”


“Una proposición será significativa en la medida en que represente un estado de cosas lógicamente posible”

L.Wittgenstein



La llamada ·”Crisis de los controladores aéreos” es una realidad que se ha ido transformando a medida que hemos ido conociendo los hechos que la conforman y su secuencia cronológica. El ultimo ha sido el llamamiento a la "movilización permanente" hecho por los sindicatos CCOO, UGT y USO en Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), a todos los trabajadores.

Empezare permitiéndome la osadía de recordar que la solución a una negociación estancada esta en la mediación, siempre y cuando el objetivo de la negociación sea llegar a acuerdos, algo que en el caso de AENA y los controladores, no esta claro.

No voy a retrotraerme hasta los hermanos Wright para encontrar el origen del conflicto que desembocó en el cierre del espacio aéreo español del pasado fin de semana, dejando tropecientos mil pasajeros sin un servicio que tenían contratado; pero sí retroceder hasta 1.999, fecha en la que siendo ministro Rafael Arias Salgado, entro en vigor el convenio colectivo que además de dejar en manos de los controladores la gestión y control del trafico aéreo, les otorgaba un privilegiado estatus laboral que como cualquier trabajador y muy especialmente los funcionarios, se resisten a perder.

Es importante tener en cuenta que esta situación de privilegio es compartida por sus homónimos europeos, especialmente en lo referente a salarios, horas de trabajo y calendario laboral. Sin embargo en el resto de Europa, si bien las tensiones son incluso mayores, en Francia se han declarado en huelga 3 veces en lo que va de año, los gobiernos han negociado. “Spain is diferent”.

En España, con gobiernos de distinto color, el convenio de 1.999 se ha ido renovando automáticamente sin que trascendiera demasiado su contenido, tabla salarial incluida, eran épocas de vacas gordas. No será hasta el aterrizaje en abril de 2009 de José Blanco en el Ministerio de Fomento, sustituyendo a Magdalena Álvarez, cuando la presión ira aumentando hasta estallar. El gobierno nos vende que Pepiño se ha limitado a coger el toro por los cuernos, y a mi se me antoja que simplemente no ha gestionado la situación en beneficio del consumidor.

Repasemos someramente el cambio de actitud y estrategia de la administración, pues la de los controladores poco ha cambiado, cumplimiento del convenio.
Desde febrero hasta julio pasado, aprobó sendos reales decretos ley que: Han devuelto a AENA la capacidad de gestión y control del tráfico aéreo, modificado las condiciones laborales de los controladores, sus salarios, su jornada laboral, y abierto el camino para la contratación de controladores privados ajenos a AENA. Ya en agosto, la USCA retira una convocatoria de huelga y firma con AENA un preacuerdo por el que se aceptan las condiciones laborales establecidas por el Ministerio de Fomento a cambio de flexibilizar la jornada laboral en función de la carga de trabajo de cada centro. Sin embargo, tras el verano, los controladores abandonan la negociación por incumplimiento de los acuerdos firmados el mes anterior.
A partir de aquí los acontecimientos se precipitan: El pasado día 3, se aprueba un nuevo real decreto; el 25 % de los controladores ausentes de su puesto de trabajo; el cierre del espacio aéreo; la declaración del estado de alarma y la militarización del servicio.

Decía que Pepiño Blanco no ha gestionado la situación en beneficio del ciudadano, principal victima de la crisis que nos ocupa, lo que no implica que su gestión no haya beneficiado a nadie, y es aquí cuando entramos en el terreno de las conjeturas. ¿Qui Prodest? Si la primera impresión es lo que cuenta, lo primero que pense es en una cortina de humo, y en lo poco que se ha hablado de la retirada del subsidio a los parados de larga duración y de la anunciada reforma de las pensiones.

Merece reflexionar acerca de la propuesta incluida en el ultimo paquete de medidas aprobadas por el gobierno, por la que se privatizará el 49% de AENA y se cederá la gestión de Barajas y El Prat al sector privado, así como sobre la voluntad manifestada por el gobierno de prolongar el “estado de alarma” hasta liberalizar el control aéreo. Todo ello evidencia que el objetivo último de esta medida extrema y excepcional no es garantizar un servicio público sino liberalizar el control y gestión del espacio aéreo.

Que un gobierno de izquierdas se dedique a privatizar empresas y liberalizar mercados es cuanto menos sorprendente. Como lo es que convierta la negociación colectiva en una pantomima, imponiendo por decreto sus condiciones a un colectivo de trabajadores con el ardid de una alarma social que el mismo ha convertido en crisis al aprobar un decreto días antes del megapuente de la Inmaculada, dejando en tierra a tropecientos mil viajeros y nuestros bolsillos más vacíos.
Pero que prolongue el “estado de alarma” una vez el trafico aéreo se ha normalizado y el servicio restablecido, manteniendo militarizado el control aéreo de forma preventiva, aunque mas propio de republicas bananeras, es mas verosímil.

¿Militarizara también ZP a los trabajadores de tierra y los pilotos? ¿Será que ZP quiere emular a Margaret Tatcher y Ronald Reagan?
Vivir para ver.

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