Don Antonio Mingote, descanse en paz


Antes había países pacíficos y países agresivos. Ahora todos quieren la paz. Y para asegurarla, fabrican más armas que nunca. (A.Mingote)


Hace unos meses, hojeando la prensa frente al mar de Sitges en un luminoso día de resaca tras una noche en la que los druidas lograron aturdir mi sensatez, me topé con esta viñeta de Antonio Mingote: dibujante, escritor y periodista nacido en ese bonito pueblo allá por 1919 y me puse a buscarle en Internet para documentar unas líneas que hoy con motivo de su fallecimiento he releído con tristeza y de las que a continuación reproduzco una parte.

Académico de la lengua española y Doctor Honoris Causa por las universidades de Alcalá de Henares y Rey Juan Carlos, este hombre tan genial como bueno, honrado y comprometido, ha sido distinguido con tantos premios que resulta abrumador enumerarlos: solo mencionaré la medalla de oro de las bellas artes, la del  merito del trabajo, y el XV premio de Asociación por la Tolerancia, que me permito incluir por cariño a los de la Tole, y porque allí estuve para aplaudirle y pedirle que me dedicara un ejemplar del Quijote por el ilustrado. Recuerdo la sabia sonrisa vital que mecía en su cara mientras firmaba y me decía: “bien, bien” refiriéndose a C’s.  

Don Antonio es una rara avis que ha trazado su humor con sabiduría desde las páginas de La Codorniz y sigue haciéndolo en ABC, siendo más de 20.000 las viñetas con las que ha deleitado y despertado de su narcotizada existencia diaria a varias generaciones de españoles. “No se puede crear humor frívolamente, como en broma, eso es una gilipollez”, decía.
Sus dibujos no buscan la risa fácil y estúpida, y tampoco el aplauso del poder “si hiciera eso sería una especia de lacayo, cosa a la que me resisto”. Su pluma ilustra sus ideas, unas veces denunciando y otras presagiando un futuro cierto en su lucida mente.

La defensa que desde sus dibujos y escritos hace de los derechos y libertades que recoge nuestra constitución, así como su posicionamiento contra el nacionalismo y su defensa de las victimas del terrorismo, le costaron sufrir una querella de la que fue consejera de turismo con el gobierno nacionalista de Ardanza, Rosa Diez, por criticar en una viñeta la campaña “ven y cuéntalo”. Cosas de la historia que es muy tozuda.

Hoy añado, descanse en paz

1 comentario:

Tío Chinto de Couzadoiro dijo...

Ante la pérdida de Mingote, sólo se me ocurre una pregunta, como muestra de la admiración que siento por él: ¿dónde estará el recambio?